jueves, 27 de marzo de 2014

LOS POLICIAS EN SU LABERINTO DIARIO

Unidad de patrullaje de la uniformada

Por Alci de la Rosa

Moradores del Esanche Luperón siguen con el grito al cielo porque a pesar de que esa comunidad cuenta con un destacamento policial que está ubicado en la calle Josefa Brea a diario se comenten asaltos en diferentes puntos del sector en que las personas son despojadas de sus celulares, carteras, prendas, etc. sin que se sienta una respuesta vigorosa de la uniformada.

La única captura de dos maleantes en las últimas semanas se realizó en día pasado y fue por la misma acción de los vecinos que salieron en persecución de dos asaltantes de una hija de un nacional chino los cuales fueron azotados y entregados a las autoridades.

Pero así como sucede en el Esanche Luperon hoy sale en la prensa que en Los Alcarrizos no se puede vivir porque la voz cantante la tienen los malhechores que dominan todo el sector dejando muy chiquita a una Policía que cada vez es menos operante y se puede deducir que es toda la ciudad que está en manos del crimen que se mueve a sus anchas.

A todo esto debe surgir una pregunta clave: ¿Está un miembro de la Policía Nacional Dominicana en plena condición física y mental para salir a las calles en procura de proteger la ciudadanía e imponer el orden público? La respuesta es que un policía tiene los mismos problemas de subsistencia que todos los demás integrantes de nuestra sociedad, es decir, mantener una familia, pagar una vivienda, buscar dinero de pasaje para sus hijos que estudian, pagar mensualmente luz, teléfono o tarjetas de un celular, etc. etc. ¿y usted cree que ganando menos de 10 mil pesistos puede cubrir esta sarta de necesidades obligatorias que le impone la sociedad misma?

Con esta carga de problemas que llevan encima y que hay que resolver a diario, los rasos, cabos, sargentos, tenientes y capitanes no es verdad van a entregarse exclusivamente a esa ardua labor de enfrentar el crimen a tiempo completo y de ahí se desprende lo que comenta el rumor público de que tengan que "macutear" a los ciudadanos y "cobrar peajes" de protección a colmadones, bares y otros tipos de negocios para poder ellos cuadrar los que son sus gastos fijos y los que eventualmente se presentan en vida diaria.

Según esos mismos rumores, esta acción de "picoteo" no la realizan los patrulleros medaganariamente, sino que es una cadena que parte desde la comandancia de cada destacamento y que fielmente cumplen sus subalternos que prestan más interés en cumplir esta labor de subsistencia que enfrentar el bandidaje que azota la Ciudad Primada de América.

Esa es la realidad de una Policía muy mal pagada que tiene la encomienda de proteger al ciudadano y mantener el orden público pero que como seres humanos sus integrantes tienen necesidades que obligatorimente tienen que cumplir a diario, especialmente comer ellos y sus familias, y todo el mundo lo sabe, ¡hasta los chinos de Bonao! que con la miseria que ganan es imposible vivir como Dios manda.    

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