HAY ARTISTAS Y EMPRESARIOS DEL ESPECTÁCULO QUE ESTÁN PERDIDOS EN EN DETERMINADOS ASPECTOS CON RELACIÓN A LOS OBJETIVOS QUE PRETENDEN ALCANZAR Y ENTRE ELLOS ESTÁN que se les tome en cuenta en los premios Casandra que cada año montan Acroarte y la Cevecería Nacional Dominicana.
Esto es así porque hacen sus ruedas de prensa y posteriores presentaciones en night clubs o teatros pero dejan de lado a una parte importante de cronistas de arte que años tras años son los que asisten a todas las asambleas de escogencia de los artistas y por ende los que con sus votos deciden los ganadores de las estatuillas en cada categoría.
El criterio que tienen artistas y empresarios es que con la presencia de 5 o 6 comunicadores de los principales medios ya todo está resuelto y no es así porque para fines de premiaciones el voto de cada miembro de ACROARTE tiene el mismo valor. Por eso hay prenominados que aunque hayan tenido buenas presentaciones reciben una baja votación porque casi nadie vio lo que hicieron en el escenario y en muchos de los casos se han quedado fuera de la competencia.
En esta falla tienen que ver mucho los periodistas que hacen las relaciones públicas que no se emplean a fondo en el encargo que tienen y buscan la forma de como las cosas les salen lo más fáciles posibles y también desatienden este aspecto tan importante para que a la postre su trabajo surta los efectos esperados.
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