jueves, 7 de octubre de 2010

¡QUE SE FRENE LA CONTAMINACION RADIOTELEVISIVA!

Por Alci de la Rosas

LA CONDUCTA SOCIAL DEL SER HUMANO ES PRODUCTO DE LO QUE LEE, MIRA Y ESCUCHA. Por sus órganos sensores como los ojos y los oidos capta todos los elementos que lo forman para interactuar en el conglomerado al que pertenece y si cosas buenas llegan a él así responde por aquello de que la costumbre hace ley, y que sería todo lo contrario si son perniciosos los mensajes que recibe.

Los pueblos con el discurrir del tiempo han crecido demográficamente en tal manera que las ciudades albergan a millones de personas y los controles oficiales no bastan muchas veces para regular los derechos y deberes de los ciudadanos y esta ciudad Santo Domingo no es la excepción en donde a diario vemos y escuchamos como hay individuos que actúan con un desafuero que asombra, no sabemos si por moda o porque entienden que es el único medio para hacerse sentir o satisfacer su ego.

Parece como si los valores éticos se han trastrocado y esto se observa más en los medios de comunicación que en cualquier otra actividad social. ¡Y esto es una gran pena! Ver como hasta personas que han pasado por una universidad se dan a la tarea de hablar con la más pestilente palabrería que uno hasta sufre la verguenza ajena. Así también hay locutores en programas de entretenimiento musical que usan expresiones prosaicas y lascivas invitando continuamente al vicio y al sexo desenfrenados como si fuésemos perros y perras.

Y lo grave del caso es que este estilo se práctica en las estaciones de radio de más potencia, alcance e incidencia en las masas populares, esas masas integradas por personas que leen muy poco y que todo lo que se dice por radio y televisión, a causa de su ignorancia, lo aceptan, lo copian y lo practican.

Estos comunicadores, estos animadores, pero sobre todo, los dueños de esas estaciones de radio y de televisión, que permiten que estas groserías sigan viento en popa, le están haciendo un daño terrible, sí, terrible a la Patria en sus mismas entrañas y en lo mejor que tiene, sus niño y jóvenes que son bombardeados a diario con ese lenguaje corrompido y que serán los que mañana conducirán esta nación.

Ante este futuro incierto que nos amenaza es necesario que se le dé curso cuanto antes al proyecto de ley destinado a modificar la Ley 6131 de Expresión y Difusión del Pensamiento preparado por el abogado y periodista Miguel Angel Prestol para que este país tome otro rumbo antes de que sea demasiado tarde y tengan que venir de fuera a enseñarnos a conducirnos porque nunca lo aprendimos.

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